La permacultura es una meta, una intención y una perspectiva. Una manera de abordar las cosas. Muchos aspiramos a vivir en un lugar que ofrezca seguridad, buenos alimentos para comer, un entorno bello, infraestructuras bien diseñadas, estilos de vida que nos llenen y un futuro para nuestras familias. Preferiblemente no a expensas de los demás, y sin duda de una manera que no dañe a nuestro planeta. La permacultura se utiliza también para diseñar cosas. Cosas como huertos, casas, granjas, comunidades e incluso cosas más abstractas como estructuras financieras. En el caso de este artículo, el diseño de un programa educativo. Hablaré de la vinculación entre la permacultura y sus principios con un programa escolar, en el que los niños participan activamente en todas las fases involucradas en cultivar, preparar, cocinar y comer alimentos, de la semilla al plato.
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