Pamplona, España
Dar de comer a la gente de mar era una tarea titánica. Asegurar el alimento diario, en la cantidad y calidad necesarias, para permitir a los tripulantes y guarnición de los buques continuar su intensa actividad cotidiana, se convertía en una batalla diaria. Todo el sistema naval español se movilizaba para superar el reto, y la fortaleza se demostraba al adaptarse con flexibilidad a la demanda cambiante del servicio. El carácter estratégico que la Real Armada concedía a la alimentación se refleja perfectamente en la forma en que se refería a los víveres: “munición de boca”. Para la Marina, los alimentos eran un arma imprescindible, exactamente igual que la pólvora, las balas y los cartuchos de artillería.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados