Sevilla, España
La estructura energética de los países occidentales se ha basado en el uso de combustibles fósiles procedentes a menudo de países de elevada inestabilidad política, social y económica. En los últimos años, el aumento de la conciencia medioambiental de los países, empresas y ciudadanos ha propiciado un desarrollo tecnológico capaz de diseñar un nuevo modelo energético, respetuoso con el medio ambiente que se basa en fuentes de generación renovables y de almacenamiento.
Aunque los recursos primarios (sol, agua y viento) de este nuevo modelo son domésticos, la tecnología y las materias primas se siguen encontrado en el exterior y, nuevamente, en países de alta inestabilidad, por lo que se está pasando de una dependencia de combustibles a una de materias primas. En este trabajo se analizan los niveles de riesgo que presenta la actual estructura energética, y cómo quedaría en un escenario descarbonizado, proponiendo además algunas medidas para mitigar este nivel de riesgo.
The energy mix of Western countries has been based on the use of fossil fuels, often from countries with high political, social and economic instability. In recent years, the increased environmental awareness of countries, companies and citizens has led to technological development capable of designing a new energy model, respectful of the environment, based on renewable generation and storage sources. Although the primary resources (sun, water and wind) of this new model are domestic, technology and raw materials are still found abroad and, once again, in countries with high instability, which is why it is moving from a dependence on fuels to a raw material. This paper analyzes the levels of risk presented by the current energy structure, and how it would be in a decarbonized scenario, also proposing some measures to mitigate this level of risk.
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