En el último siglo el manejo y enfoque general de la hemorragia digestiva ha tenido enormes avances: inicialmente los pacientes eran considerados “ulcerosos crónicos” y los médicos recomendaban beber abundante leche para neutralizar el ácido gástrico, lo cual traía complicaciones como el síndrome “leche-álcal” (hipercalcemia, cálculos renales, alcalosis metabólica)(1).
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados