Desde la baja edad media hasta comienzos del siglo XVIII los reinos peninsulares que integraban la monarquía hispánica conservaron sin mayores problemas sus sistemas aduaneros y sus propios mecanismos fiscales para gravar el comercio y el tráfico de mercancías y ganados. El sistema aduanero castellano estaba integrado por los puertos secos de Castilla, dispuestos en su límite con Navarra, Aragón y Valencia; los diezmos de la mar, que fiscalizaban el comercio marítimo de la costa cantábrica, desde las provincias vascas hasta Galicia; los almojarifazgos mayor y de Indias, que fiscalizaban los tráficos de Andalucía, Granada y Murcia así mismo con Castilla; y finalmente los puertos de Portugal, establecidos más tardíamente que los anteriores pero regidos por las mismas leyes y ordenanzas. Siempre se ha dicho que estas barreras aduaneras que jalonaban los límites de Castilla con Aragón, Navarra, provincias vascas, Andalucía y Portugal constituían un límite jurisdiccional e impedían la formación de un mercado interior unificado en España, lo que provocaba un alza de precios que conducía a un atraso económico con respecto a las economías más avanzadas de la Europa septentrional. La propuesta de comunicación que remito discutirá todas estas cuestiones y examinará el ocaso de este sistema vigente durante casi cuatro siglos.
From the late Middle Ages until the beginning of the 17th century, the peninsular kingdoms of the Spanish monarchy preserved their customs systems and their own fiscal mechanisms to tax trade and the traffic of merchandise and livestock without major problems. The Castilian customs system was made up of the dry ports of Castile, located on the border with Navarre, Aragon and Valencia; the tithes of the sea, which supervised the maritime trade of the Cantabrian coast, from the Basque provinces to Galicia; the almojarifazgos Mayor and of the Indies, which supervised the traffic between Andalusia, Granada and Murcia as well as with Castile; and finally the ports of Portugal, established later than the previous ones but governed by the same laws and ordinances.It has always been said that these customs barriers that marked the limits ofCastilla with Aragon, Navarra, the Basque provinces, Andalusia and Portugalconstituted a jurisdictional limit and prevented the formation of a unified internal market in Spain, which caused a rise in prices that led to an economic backwardness with respect to the more advanced economies of Northern Europe. This paper discusses all these issues and examines the decline of this system in force for almost four centuries.
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