A diferencia del tiempo físico, que es el que miden los relojes, el tiempo vital es múltiple, porque se trata del ser mismo del viviente. En el ser humano es el existir y su vencía de tiempo es la vivencia de su ritmo vivo existiendo. Esta vivencia se diversifica cuanto individual o en cuanto colectiva, en cuanto subjetal y en cuanto socialmente comprometida en una praxis productora de "mundo". Se pueden distinguir varias modalidades, niveles y ritmos de tiempo (y. g.' un tiempo existencial, un tiempo coyuntural, un tiempo terminal), así como diversas experiencias personalmente vividas en el tiempo, como de anticipación, o de prisa, o de estar cambiando (evolutiva o abruptamente), o de envejecimiento. El tiempo mítico es un tiempo no histórico, pero no irreal: explica los orígenes de un pueblo y de sus instituciones o un fenómeno habitual. El tiempo real vivido puede entenderse como la dinámica actual de unir un pasado que permanece como resultado de causas "pasadas" (mas operantes), tendiendo a un futuro que se va diseñando veces contra nuestra intención-, en un presente que es tensión y salto hacia lo todadvía irreal de lo proyectado. El existir constituye una totalidad orgánica y estructurada (Gestal), que ha de terminar por su misma naturaleza de proceso articulado.
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