Con este artículo se pretende dar a conocer las problemáticas de discriminación y segregación racial y social que padecen millones de personas de las comunidades negras en el Norte del Cauca, en Buenaventura y en todo el mundo, las cuales se encuentran chamuscadas en las llamas de una marchita injusticia social. Se deben hacer realidad las promesas de democracia y equidad social. Se debe generar un cambio en la calidad de vida de las comunidades del pueblo negro, Luther (1963). Constantemente debemos pedirle a Dios fortaleza para cambiar lo que no podemos aceptar y resiliencia para aceptar lo que no podemos cambiar, Yvonne (1944). Como pueblo negro no podemos permitir que la marginación social y racial nos lleve a caer en la desesperanza, debemos trabajar sin descanso hasta lograr un cambio social y la abolición total de la discriminación racial.
El racismo, la marginación y la segregación racial no debe conducirnos a la desconfianza de todas las personas blancas, porque realmente todas no son racistas, y blancos o negros, indígenas o judíos, protestantes o católicos, su destino esta unido al nuestro y su libertad esta inextricablemente ligada a la nuestra, ya que todos hemos sido creados iguales por nuestro padre celestial. Luther (1963).
This article aims to make known the problems of discrimination and racial and social segregation suffered by millions of people from the black communities in the North of Cauca, in Buenaventura and throughout the world, who are scorched in the flames of a withered social injustice. The promises of democracy and social equity must be realized. A change must be generated in the quality of life of the communities of the black people, Luther (1963). We must constantly ask God for strength to change what we cannot accept and resilience to accept what we cannot change, Yvonne (1944). As black people we cannot allow social and racial marginalization to drive us into despair, we must work tirelessly for social change and the total abolition of racial discrimination. Racism, marginalization and racial segregation should not lead us to distrust all white people, because really all are not racist, and white or mestizo, indigenous or Protestant, Catholic or Jewish or Muslim, their destiny is linked to ours. And their freedom is inextricably linked to ours, since we are all created equal by our heavenly father. Luther (1963).
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