Delicado pañuelo de seda, silueta blanca, gafas protectoras y gesto desafiante... Margaret Thatcher, más dama de hierro que nunca, parecía disfrutar de lo lindo cuando hace unos días cabalgaba por los prados de la Baja Sajonia a bordo de un poderoso carro de combate "Challenger". Y, al hacerlo, encarnaba la realidad y el futuro de las mujeres en los ejércitos de hoy, cada vez más cercano al de sus colegas masculinos. Doce de las dieciséis naciones que integran la OTAN tienen oficilales y soldados femeninos en su cuartel general, en Bélgica. Y son mucho más que una anécdota.
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