La guerra de agresión de Rusia en Ucrania ha tenido un gran impacto en las políticas de la Unión Europea, que ahora tratan de estar conectadas con el fin último de alcanzar la autonomía estratégica. En el caso de la diplomacia del clima de la UE, ésta deberá adoptar un nuevo enfoque geopolítico para hacer frente a las acciones de Rusia que es el tercer mayor responsable de emisiones de CO2 y ha hecho de la venta de gas y petróleo un arma más en su guerra en Ucrania. Su respuesta frente a Rusia, puede convertir a la UE en un modelo a seguir en la medida en que ha hecho de la necesidad virtud, convirtiendo la descarbonización de su economía en su imperativo estratégico y su principal baza para superar su dependencia del gas y del petróleo ruso.
Russia's war of aggression in Ukraine has had a major impact on EU policies, which now seek to be linked to the ultimate goal of achieving strategic autonomy. In the case of EU climate diplomacy, the EU will have to adopt a new geopolitical approach to confront the policies of Russia, which is the third largest CO2 emitter and has made the sale of gas and oil a major weapon in its war in Ukraine. In its response to Russia, the EU can set an example by making a virtue of necessity. The decarbonisation of its economy has become its strategic imperative and its main trump card in overcoming its dependence on Russian oil and gas.
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