Barcelona, España
El estudio se centra en los estilos de aprendizaje de los alumnos. Analizamos cómo aprenden los estudiantes para así poder potenciar ese aprendizaje adaptando la forma de enseñar. El objetivo es situar al individuo en el centro de su proceso de aprendizaje, otorgándole un papel relevante y activo, a la vez que trata de definirse un marco genérico en el que apoyarnos como docentes. Para ello nos centramos en el modelo de Kolb, basado en el aprendizaje a partir de la experiencia. Kolb expone que para que un individuo aprenda debe previamente procesar la información recibida y pasar por cuatro fases. Ello da lugar a cuatro tipos de personas: activas (divergentes), teóricas (asimiladores), reflexivas (convergentes) y pragmáticas (acomodadoras). Tras obtener las respuestas de los alumnos al cuestionario de Kolb se analizan las mismas. Los resultados permiten saber qué estilo de aprendizaje es el que caracteriza a cada estudiante, así como a cada grupo. De este modo, los docentes, a la hora de presentar nuevos conocimientos que deben ser adquiridos por los alumnos, pueden diseñar actividades de aprendizaje que garanticen que se transite por las cuatro fases. A su vez, debemos transmitir a los alumnos la necesidad de valorar y tener en cuenta los distintos estilos de aprendizaje, así como animarles a participar de forma activa en función de su estilo preponderante. Este estilo preponderante es el que el docente deberá contribuir a que el alumno visualice para conseguir una mayor implicación en su proceso de aprendizaje.
The study focuses on students’ learning styles. We analyse how students learn in order to enhance learning by adapting the way we teach. The objective is to place the individual at the centre of the learning process, giving him a relevant and active role, while trying to define a generic framework to support teachers. To this end, we focus on Kolb’s model, based on experiential learning. Kolb states that in order for an individual to learn, he must first process the information received and go through four phases. This gives rise to four types of individuals: active (divergent), theoretical (assimilators), reflective (convergent) and pragmatic (accommodators). After obtaining the students’ answers to Kolb’s questionnaire, the answers are analysed. The results allow us to know which learning style characterizes each student, as well as each group. In this way, teachers, when presenting new knowledge to be acquired by students, can design learning activities that ensure that the students go through the four phases. In turn, we must transmit to the students the need to value and take into account the different learning styles, as well as encourage them to actively participate according to their preponderant style. This predominant style is the one that the teacher should help the student to visualize in order to achieve a greater involvement in their learning process.
© 2001-2025 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados