El asesinato de un adolescente en un pueblo de la Francia profunda ha servido a la extrema derecha para agitar el miedo al conflicto civil. Sin embargo, las puñaladas en las fiestas populares no empezaron en Crépol. En la vecina Ardèche, los que fueron protagonistas de rudas peleas lo recuerdan. Y sacan de ello sorprendentes reflexiones políticas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados