Hasta mediados de la década de 2010, Ecuador presentaba unos niveles de homicidios singularmente bajos. El pequeño país andino es ahora uno de los más peligrosos de Sudamérica. Precipitado por el regreso de los conservadores al poder en 2017, este abismo de violencia favoreció a su candidato en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales del pasado mes de octubre. ¿Cómo se explica semejante paradoja?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados