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Resumen de La docencia como guía para la formación de una voz autoral cuestionadora de los roles femeninos en el cine

Catalina Herrera Barros, Pía Tomé Díaz

  • español

    En el último tiempo se ha robustecido la discusión sobre la representación de la mujer en los medios de comunicación y en el cine contemporáneo. Según Felicidad Loscertales Abril, en su ensayo “Mujer, mujeres y medios de comunicación” (2008), los medios reflejan la situación de ambigüedad en que se encuentran hoy día muchas mujeres que ven acrecentada la posibilidad de ejercer múltiples roles, algunos de los cuales van mucho más allá de los tradicionalmente ejercidos por sus antecesoras. Se aprecia en referencia al cine en publicaciones como “Maternidades ‘heroicas’ en Roma, de Alfonso Cuarón” de Carmelo Esterrich (2019). Esto ha tenido un efecto positivo en la cartelera latinoamericana y global, pero no así en la participación de mujeres en películas chilenas. De los estrenos planificados de cine nacional el año 2022, en salas o streaming, sólo el 36,6% estuvieron dirigidas por mujeres y el 40% fueron protagonizadas por mujeres (Salazar, 2022), lo que reafirma la brecha existente en relación a diversidad y representatividad. A nivel internacional, esto se refleja en el revuelo alrededor del estreno de Red (Domee Shi, 2022), la primera película de Pixar con un equipo realizador mayoritariamente femenino, que aborda dificultades propias de la menstruación y la relación madre-hija. Algunos críticos y audiencias, principalmente masculinas, la catalogaron como una película de nicho, extraña e incómoda, una experiencia con la que no es posible empatizar (Chandler, 2022).

    A partir de los esfuerzos para aumentar la representación de las mujeres, surge la necesidad de enfocarse también en el proceso de creación, en los cuestionamientos a lo establecido, al cine con su histórico rol social, y no solo como una forma de cumplir con una cuota determinada. El avance hacia una sociedad paritaria, diversa e inclusiva nace desde la formación. Con frecuencia, en la academia se referencian autores como Aristóteles (2004), Propp (1928), Campbell (1949), Vogler (1998), Truby (2007) entre otros, quienes basan sus estudios en representaciones masculinas, heteronormadas, con una importante falta de consideración hacia los roles de personajes femeninos: o están a favor y por debajo del héroe, como una madre o princesa, o son antagónicas, serán vencidas y castigadas, como la bruja y la femme fatale. Resolver esta problemática involucra hacer un repaso de la teoría, pero también de la representatividad de los ejemplos que presentamos, desde clásicos del cine hasta narraciones contemporáneas. Hay un cambio pendiente, donde la educación tiene un papel fundamental en la formación autoral. Como indicaba Gabriela Mistral desde su rol de educadora, “enseñar siempre: en el patio y en la calle como en la sala de clase. Enseñar con la actitud, el gesto y la palabra. (...) Si no realizamos la igualdad y la cultura dentro de la escuela, ¿dónde podrán exigirse esas cosas?” (Mistral, 1979, p. 39).

    En nuestro rol como comunicadoras, guionistas y docentes nos hemos planteado como objetivo del presente ensayo una pregunta fundamental: cómo la docencia puede ser una guía para fomentar el pensamiento crítico y los cuestionamientos de nuevas autoras y autores para el desarrollo de su voz, que eventualmente nos conduzca a un cuerpo fílmico latinoamericano con una representación de género equitativa basada en la reformulación de roles preestablecidos.

    Creemos que eso nos conducirá a una nueva forma de mirar la docencia como una manera de crear espacios en el aula donde las y los estudiantes puedan ver la realidad que les rodea, analizar, cuestionar, dialogar, e integrar la diversidad, y que ese proceso favorezca la creación de un discernimiento autoral basado en el pensamiento crítico, en una identidad autoral honesta, alejada de patrones sobre utilizados y que sea un aporte para las nuevas narrativas que formen parte de nuestro cine latinoamericano.

  • English

    Communication is essential for human beings, and storytelling is a fundamental form of communication, transmitting emotions and values to achieve identification between the sender and the receiver. Cinema is a mass and social communication medium of an artistic category that conveys ideas, thoughts, intentions and points of view through image and sound. However, some amateur authors may fall into the trap of using common, overused and stereotyped storytelling devices that highlight questionable actions rather than the values the authors wish to address. It is crucial to remember the communicative and social responsibility involved in creating any form of art, and work to ensure that the plot, characters and values align with the message behind the story. To achieve that, we must find a way to make the author’s intention of transmitting values compatible with taking advantage of the narrative resources of cinema.

    On the academic side, it has been observed that many students wish to create something of their own, but are often unaware that their creations will convey a message through a point of view to an audience and to society at large. As they advance in their studies and develop more cinematographic works of their own, they understand the responsibility of addressing a mass audience with a message within the narrative.

    The representation of gender roles plays an important part in the messages and the representation of social issues that are shown in movies. It is true that there have been advances in the representation of women as lead characters, as in the movie “Brave”, directed by Brenda Chapman, although it has not been enough and there is still a gender pay gap and a disparity in job recognition for female authors. This is clearly reflected in the Chilean film industry, where women occupy only 13% of directing, script and production positions, and there is no presence of female directors in the most successful Chilean films in recent years. Moreover, gender stereotypes are perpetuated in female characters, relegating them to secondary and tertiary roles, or hypersexualizing them. This limits the autonomy and independence of women and reinforces gender inequalities.

    To break with these perceptions rooted in society, it is necessary to examine in detail the components of creation. Fictional characters that suffer from gender bias can be reconsidered under a new perspective, redefining their characteristics, roles and functions. This has been explored by different female authors, such as Ursula K. Le Guin who addressed the problem of gender roles in her book “The Left Hand of Darkness”, by not attributing gender roles to her characters. However, she was criticized for using male pronouns to refer to them. After understanding how this affected other authors and the audience, Le Guin firmly stated that change begins in art, she believes it is necessary to continue expanding our ideas and learning about social issues.

    One way to encourage these changes is by the academic training of new authors. So, could teaching be a tool to guide the training of authors with a clear voice that changes this? Cinema as a medium of social and artistic communication conveys messages and points of view through image and sound. However, since there is gender inequality and a lack of female representation in the film industry, both in work teams and in the representation of female characters, teaching becomes a tool to guide and strengthen critical thinking that leads to new authors who reconsider gender roles in cinema and thus generate a social reconfiguration that breaks with stereotypes.

  • português

    A comunicação é essencial para o ser humano, e contar histórias é uma forma fundamental de comunicação, transmitindo emoções e valores para alcançar a identificação entre o emissor e o receptor. O cinema, por sua vez, é um meio de comunicação de massa e social de categoria artística que transmite ideias, pensamentos, intenções e pontos de vista por meio de imagens e sons. No entanto, alguns autores novatos podem cair na armadilha de usar dispositivos de narrativa comuns, superutilizados e estereotipados que destacam ações questionáveis em vez dos valores que desejam transmitir. É fundamental lembrar da responsabilidade comunicativa e social envolvida na criação de uma obra e trabalhar para garantir que o enredo, os personagens e os valores estejam alinhados com as mensagens desejadas. Para isso, devemos encontrar uma forma de compatibilizar a intenção autoral de transmitir valores com o aproveitamento dos recursos narrativos do cinema.

    No campo da educação, observa-se que muitos alunos querem criar algo próprio, mas muitas vezes desconhecem que suas criações vão transmitir uma mensagem e um ponto de vista para um público e para a sociedade em geral. À medida que avançam em seus estudos e fazem mais trabalhos cinematográficos, eles entendem a responsabilidade autoral de se dirigir a um público de massa com uma mensagem dentro da narrativa.

    A representação dos papéis de gênero desempenha um papel importante nas mensagens e na visibilidade dos problemas que o cinema mostra. É verdade que houve avanços na representação de mulheres protagonistas, como no filme “Valiente”, dirigido por Brenda Chapman, embora não tenha sido suficiente e ainda haja uma falta de paridade no reconhecimento do trabalho para as autoras. Isso se reflete na indústria cinematográfica chilena, onde as mulheres ocupam apenas 13% dos cargos de direção, roteiro e produção, e não há presença de mulheres diretoras nos filmes chilenos de maior sucesso nos últimos anos.

    Além disso, perpetuam-se os estereótipos de gênero na representação das personagens femininas, relegando-as a papéis secundários e terciários, ou hipersexualizando-as. Isso limita a autonomia e a independência das mulheres e reforça as desigualdades de gênero.

    Para romper com essas percepções enraizadas na sociedade, é necessário examinar detalhadamente os componentes da criação. Personagens fictícios que sofrem preconceito de gênero podem ser reconsiderados sob uma nova perspectiva, redefinindo suas caracterís-ticas, papéis e funções. Isso foi enfrentado por diferentes autores, como Ursula K. Le Guin, que abordou o problema dos papéis de gênero em sua obra «The Left Hand of Darkness», ao não atribuir papéis de gênero a seus personagens. No entanto, ela foi criticada por usar pronomes masculinos para se referir a eles. Depois de analisar como isso afetou seu ambiente, Le Guin afirmou com firmeza que a mudança começa na arte, é preciso continuar expandindo nossas ideias e aprendendo sobre os problemas sociais.

    Uma forma de promover essas mudanças é por meio da formação de novos autores. Então, o ensino poderia ser uma ferramenta para orientar a formação de uma voz autoral que mude isso? Em suma, o cinema como meio de comunicação social e artística transmite mensagens e pontos de vista através de imagens e sons. No entanto, como há falta de representação e paridade de gênero na indústria cinematográfica, tanto nas equipes de trabalho quanto na representação de personagens femininas, o ensino se torna uma ferramenta para orientar e fortalecer o pensamento crítico que leva a novos autores e autores a reconsiderar o gênero papéis no cinema e assim gerar uma reconfiguração social que rompa com os estereótipos.


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