La pregunta sobre cómo enfrentar el problema del mal ha acompañado a la política desde sus orígenes. Motivado por algunas declaraciones del papa Francisco sobre los derechos de propiedad, el trabajo pretende trazar un panorama del debate, tal como se planteara en la modernidad, respecto a si la política, en palabras de Maquiavelo, debiera tratar a los hombres tal como son o tal como deberían ser. En diálogo con la teología, el trabajo distingue cuatro posturas fundamentales: la de los “realistas” (Maquiavelo, Spinoza, Hobbes, Mandeville), la de quienes defienden que el hombre es un ser que puede vivir conforme a lo que debería ser (Hutcheson, Shaftesbury), la de quienes confían en que la fraternidad universal es la meta alcanzable debido al desarrollo de la historia (Hegel, Feuerbach, Marx) y la de quienes consideran que la política debe tener en cuenta tanto la dignidad como la naturaleza caída del ser humano (Pascal), mostrando, a la vez, la contemporaneidad de dicho debate.
The question of how to deal with the problem of evil has accompanied politics since its origins. Motivated by some statements by Pope Francis on property rights, the work aims to draw an overview of the debate, as it arises in modernity, regarding whether politics, in the words of Machiavelli, should treat men as they are or just as they should be. In dialogue with theology, the work distinguishes four fundamental positions: that of the "realists" (Machiavelli, Spinoza, Hobbes, Mandeville), that of those who defend that man is a being that can live according to what he should be (Hutcheson, Shaftesbury), that of those who believe that universal brotherhood is the attainable goal due to the development of history (Hegel, Feuerbach, Marx), and that of those who believe that politics must take into account both the dignity and the fallen nature of the human being (Pascal), showing, at the same time, the contemporaneity of this debate.
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