Julián Marías acaba de decir que el país -o España- está desorientado. Para llegar a esta conclusión, hace una enumeración de las diferentes situaciones en las que puede estar un pueblo, y enumera éstas: "Entusiasmado, ensoberbecido, deprimido, aterrado, envilecido, equilibrado, aburrido, en discordia, invertebrado y enloquecido". Dice que nada de esto nos ocurre en 1986, aunque el entusiasmo lo empezó a sentir hace un decenio "y que no llegó a consolidarse". La situación nuestra es la que señala: desorientados.
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