La caravana electoral se pone en marcha. Una decena de coches adornados con carteles, pegatinas y banderas enfilan la calle principal de Evora, capital del Alentejo Alto, una de las zonas más atrasadas de Portugal, en dirección al mercado central de la ciudad. Muchos lugareños gritan al paso de la comitiva un "Prá frente (adelante) Portugal", el slogan de la campaña de Diogo Freitas do Amaral, el candidato conservador a la Presidencia de la República, que para el 46 por 100 de los portugueses, según los resultados de la primera vuelta, celebrada el pasado 26 de enero, encarna la más firme esperanza de evolución, progreso y cambio social frente al inmovilismo izquierdista del "viejo zorro" de la política lusa, el socialista Mario Soares.
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