Un día de la pasada primavera, los trabajadores de El País encontraron un sobre encima de sus mesas. Contenía un puñado de láminas con viñetas de El Roto. Era la gratificación con la que la empresa celebraba con sus empleados el último hito conseguido en la captación de suscriptores. Sin menospreciar el arte del dibujante Andrés Rábago, el comité de empresa apreció una diferencia demasiado sustancial respecto a los 25.000 euros que, por el mismo motivo en el que se decidieron actuar para ver reconocidas sus reivindicaciones laborales. Y optaron por sumarse a una iniciativa que ya haían puesto en marcha sus compañeros del diario El Mundo. Comenzaban a extenderse los "miércoles negros".
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados