Zorana Sokol Gojnik, Igor Gojnik, Ante Crncevic
Este artículo pretende iluminar la relación entre el arquitecto y el cliente a partir del ejemplo de la construcción de la iglesia de Nuestra Señora de Lourdes en Zagreb, cuya construcción se inició en 1934 y hoy está casi terminada. El proyecto es el resultado de la colaboración continua entre los arquitectos Zorana Sokol-Gojnik e Igor Gojnik y el liturgista representante de la provincia franciscana Ante Crncevic, que estuvo a cargo del programa litúrgico, e Ivan Maletic, que estuvo a cargo de la organización de la construcción y financiación.En este proyecto, cada gesto arquitectónico y cada lugar del espacio ha sido cuidadosamente considerado en un diálogo abierto y confidencial entre el arquitecto y el teólogo litúrgico, en una verdadera confianza mutua, humildad y mútua apertura. El papel del arquitecto es el de un conductor o director que debe mantener constantemente bajo control todo el espacio y lograr que las partes establezcan relaciones armoniosas.
This paper intends to enlighten the relationship between the architect and the client on the example of the construction of the church of Our Lady of Lourdes in Zagreb whose construction started in 1934 and today is almost finished. The project is a result of continuous cooperation between the architects Zorana Sokol-Gojnik and Igor Gojnik and the representative of the Franciscan Province, liturgist Ante Crncevic, who was in charge of the liturgical program, and Ivan Maletic, who was in charge of organizing the construction and financing.In this project, every architectural gesture and every place in the space has been carefully considered in an open and confidential dialogue between the architect and the liturgical theologian, in real mutual trust, humility, and teachability. The role of the architect is that of a conductor or director who must constantly keep the entire space under control and bring the parts into harmonious relationships.
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