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Resumen de Espécie companheira e comida:: Hibiscos e humanos na horta comunitária da Lomba do Pinheiro

Cristiane Veeck, Renata Menasche, Carolina Borges

  • español

    La huerta comunitaria del barrio Lomba do Pinheiro es un proyecto colectivo de agricultura urbana con presupuestos agroecológicos, ubicado en la parte este de la ciudad de Porto Alegre, empezado en el año de 2011, por iniciativa popular.

    La búsqueda en este ensayo es retractar la relación entre humanos y hibiscos (Hibiscus Sabdariffa) construida en la huerta comunitaria del barrio Lomba do Pinheiro. Los hibiscos son entendidos acá como especies compañeras (HARAWAY, 2009) de los humanos que frecuentan la huerta. Una historia de coevolución viene siendo escrita por la relación entre humanos y hibiscos en este local, en que hibiscos actúan sobre los humanos y los humanos actúan sobre los hibiscos, en un proceso de codomesticación.

    Hace cerca de ocho años, con las primeras semillas venidas de un productor rural agroecológico del Sul de Porto Alegre, que los primeros hibiscos son sembrados en la huerta. Todos los años, desde entonces, la siembra comienza alrededor de agosto y se cuida todo el proceso hasta la cosecha en febrero, marzo, abril y mayo. En junio, se cosechan los últimos hibiscos, pero ya no es posible secarlos debido a las condiciones climáticas que el invierno en Rio Grande do Sul ofrece, ya que los hibiscos necesitan sol y poca humedad para secarse.

    Marcando el final de la cosecha de hibiscos, se realizan talleres en los que se utiliza in natura para hacer mermelada. Dichos talleres también marcan el encuentro entre algunas mujeres que frecuentan la huerta, resultando en un momento de intercambio de conocimientos relacionados con los diferentes significados del hibisco para ellas.

    El hibisco es cuidado colectivamente por todas las personas involucradas y es considerado un símbolo de las actividades de la Huerta Comunitaria del barrio Lomba do Pinheiro. La regulación del tiempo en la huerta implica la regulación del tiempo que el hibisco impone a sus participantes. También es través de la venta informal del hibisco seco que la huerta adquiere recursos para continuar con el mantenimiento del espacio.

    Al mismo tiempo que hay una historia del hibisco construido por la huerta -ya que no sería tan famoso entre esta gente como lo es, no estaría protagonizando recetas y no estaría dando tantos frutos si no hubo acciones humanas con ellos - hay una historia complementaria de la huerta que se está construyendo por lo que el hibisco ofrece a los humanos presentes allí. Una historia de humanos y plantas uniendo fuerzas para crear mundos juntos.

    Se describe al hibisco como originario de África, planta de la familia Malvaceae, de ciclo anual, que puede ser cultivada por siembra o esquejes (KINUPP y LORENZI, 2021). Con propiedades medicinales de reposición de electrolitos al cuerpo humano, al ser diurético, actúa para controlar la presión arterial, pudiendo ser utilizado como coadyuvante en el tratamiento de enfermedades hepáticas, además de poseer antioxidantes (KINUPP y LORENZI, 2021). En la huerta, los hibiscos ofrecen su presencia y posibilidad de acción a los organismos humanos, que se benefician de ellos. Por otro lado, los humanos preparan el suelo, guardan las semillas, cultivan y cuidan los hibiscos en actividades colectivas. El hibisco actúa como un agregador, reuniendo a las personas alrededor de la mesa para quitar las semillas, momento en el que fluye la conversación.

    Las recetas con hibisco son numerosas, pero la forma más frecuente de prepararlo en la huerta es en forma de té. Los frutos pueden ser secos o frescos y mezclados con agua se van al fuego, generalmente en una olla grande. Tras unos minutos de ebullición está lista para el consumo. Se lleva la tetera a la mesa y se sirve el té con un cucharón.

  • português

    A Horta Comunitária da Lomba do Pinheiro é um projeto coletivo de agricultura urbana agroecológica, situado na zona leste da cidade de Porto Alegre, Rio Grande do Sul que, por iniciativa comunitária, teve início no ano de 2011.

    Procura-se retratar neste ensaio fotográfico a relação construída na Horta Comunitária da Lomba do Pinheiro entre humanos e hibiscos (Hibiscus Sabdariffa). Os hibiscos são aqui entendidos como espécie companheira (HARAWAY, 2021) dos humanos que frequentam a horta. Uma história coevolutiva vem sendo escrita pela relação entre hibiscos e humanos nesse espaço, em que hibiscos atuam sobre humanos e humanos atuam sobre hibiscos, em um processo de codomesticação.

    Há aproximadamente oito anos, com as primeiras sementes provenientes de um produtor rural agroecológico de um bairro situado no sul de Porto Alegre, os primeiros hibiscos foram plantados na horta. Desde então, a cada ano a semeadura começa por volta de agosto e todo o processo é cuidado até a colheita, que acontece em fevereiro, março, abril e maio. Em junho, os últimos hibiscos são colhidos, mas, pelas condições climáticas que o inverno proporciona no Rio Grande do Sul, já não é mais possível secá-los, uma vez que, o hibisco necessita de sol e pouca umidade. Marcando o final da safra de hibisco, costuma-se realizar oficinas, em que é usado in natura, para fazer geleia. Tais oficinas, marcam também o encontro entre algumas mulheres frequentadoras da horta, resultando em um momento de partilhas dos saberes relacionados aos diversos significados do hibisco para elas.

    O hibisco é, coletivamente, cuidado por todas as pessoas envolvidas, sendo consideradoum símbolo das atividades da Horta Comunitária da Lomba do Pinheiro. A regulação do tempo na horta passa pela regulação do tempo que o hibisco impõe a seus participantes. É, ainda, através da venda informal do hibisco seco que a horta adquire recursos para seguir com a manutenção do espaço.

    Ao mesmo tempo em que existe uma história dos hibiscos sendo construída pela horta, na interação com humanos - já que, de outro modo não seriam tão famosos entre essas pessoas ou não protagonizariam receitas ou dariam tantos frutos. Existe uma história complementar da horta sendo construída pelo que os hibiscos oferecem aos humanos nela presentes. Uma história de humanos e plantas aliando-se em práticas de criar mundos conjuntamente.

    O hibisco é descrito como nativo da África, uma planta da família das Malváceas, de ciclo anual, que pode ser cultivada por semeadura ou por estaquia (KINUPP e LORENZI, 2021). Com propriedades medicinais de reposição de eletrólitos ao organismo humano, sendo diurético, atua controlando a pressão arterial, podendo ser usado como auxiliar no tratamento de doenças do fígado, além de possuir antioxidantes (KINUPP e LORENZI, 2021). Na horta, os hibiscos oferecem sua presença e possibilidade de ação para os organismos humanos, que deles se beneficiam. Em contrapartida, os humanos preparam o solo, guardam as sementes, cultivam e cuidam dos hibiscos, em atividades coletivas. O hibisco atua como agregador, reunindo as pessoas em torno da mesa, para a retirada das sementes, momento em que a conversa flui.

    As receitas com hibisco são inúmeras, porém a forma como é mais frequentemente preparado na horta é como chá. Os frutos podem estar secos ou frescos e, misturados à água, vão para o fogo, geralmente em uma panela grande. Após alguns minutos de fervura, a bebida está pronta para o consumo. A panela é levada à mesa e serve-se o chá, com uma concha.


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