En este artículo nos aproximamos a la comprensión arendtiana del totalitarismo como intento de dominación total, atentando contra la dignidad humana, con el objetivo de destruir lo más significativo de la humanidad, y a su visión de la crisis de la modernidad que se ha manifestado en la historia con la acumulación de poder en los regímenes totalitarios y, desde una perspectiva antropológica, como una deriva para anular la capacidad de pensar y de actuar que poseen las personas.
Ante las dramáticas experiencias, que se vivieron en la primera mitad del siglo XX, se abre la posibilidad de reflexión racional sobre lo sucedido, concediendo un lugar a la esperanza de un nuevo comienzo que pueda sorprendernos con su luz. Así es la condición humana.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados