Bilbao, España
Tras el Euromaidán, Rusia respondió con una intervención militar en territorio ucraniano. Esta revisión del status dio un giro más brutal en febrero de 2022. Las razones del revisionismo de Rusia encajan en el debate sobre el creciente distanciamiento entre la Federación Rusa y Occidente, junto con una renovación de la caracterización clásica de Rusia como un Estado “imperialista” empeñado en restaurar el poder de la ex Unión Soviética centrado en Moscú. Aunque la caracterización amplia de Rusia como “imperialista” capta hábilmente su brutal negación de la soberanía de Ucrania, todavía combina diferentes vectores geográficos y períodos históricos. Este artículo contribuye a los debates en curso empleando los conceptos de “perspectivas geoestratégicas” de William Walters (es decir, marcha, frontera colonial y limes) y los modelos geopolíticos westfalianos e imperiales de Christopher S. Browning y Pertti Joenniemi. Este marco resume, por un lado, la compleja compatibilidad de los procesos de revisionismo territorial y, por el otro, la integración regional de la ex Unión Soviética centrada en Rusia. En última instancia, el objetivo es analizar la política fronteriza de Rusia posterior al Euromaidán, abordando tanto la revisión de las fronteras de Ucrania como la integración regional a través de la Unión Económica Euroasiática durante el statu quo que duró hasta 2022. El panorama resultante muestra que el modelo geopolítico westfaliano de la Federación Rusa de expansión del limes contradice el modelo geopolítico imperial basado en la creación de fronteras coloniales. El refuerzo incremental del modelo westfaliano desde febrero de 2022 plantea la interesante pregunta de cómo afectará esto a la geopolítica imperial con respecto a otros países de la ex Unión Soviética.
Following the Euromaidan, Russia responded with military intervention in Ukrainian territory. This revision of the status quo took a more brutal turn in February 2022. The reasons for Russia’s revisionism fit into the debate on the increasing estrangement between the Russian Federation and the West, along with a renewal of the classical characterization of Russia as an “imperialist” state bent on restoring the Moscow-centered power of the former Soviet Union (FSU). Although the broad characterization of Russia as “imperialist” adeptly captures its brutal denial of Ukraine’s sovereignty, it still conflates different geographic vectors and historical periods. This article contributes to the ongoing debates by employing William Walters’s concepts of “geostrategic perspectives” (i.e., march, colonial frontier, and limes) and the Westphalian and Imperial geopolitical models of Christopher S. Browning and Pertti Joenniemi. This framework encapsulates, on the one hand, the complex compatibility of the processes of territorial revisionism and, on the other hand, Russia-centric regional integration of the FSU. Ultimately, the goal is to analyze Russia’s post-Euromaidan border politics, addressing both the revision of Ukraine’s borders and regional integration through the Eurasian Economic Union during the status quo that lasted until 2022. The resulting picture shows that the Russian Federation’s Westphalian geopolitical model of limes expansion contradicts the imperial geopolitical model based on the creation of colonial frontiers. The incremental reinforcement of the Westphalian model since February 2022 raises the interesting question of how this will affect imperial geopolitics regarding other FSU countries.
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