Un embarazo es un suceso natural, pero para una veterinaria clínica en ejercicio, puede suponer una buena cantidad de dificultades para continuar con su trabajo habitual: algunas patologías de perros y gatos son peligrosas para el feto, por no hablar del posible riesgo de agresión por parte de los pacientes .
La autora, que ha pasado por esa situación, nos relata su experiencia en clave de humor.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados