Amaia Ortiz Barredo, Ibai Elorza, Juan Bautista Relloso
La tarea de asesor nunca ha sido una tarea fácil, pero quizás ahora, más que nunca, estamos en un escenario más complicado para un asesor de la gestión integrada de plagas (GIP) que pretenda transferir recomendaciones para la selección del momento de aplicación de la batería de productos fitosanitarios (ppff) comercializados. El asesoramiento conlleva labores de validación de su propuesta y demostración de que la opción elegida sea eficaz, eficiente y adaptable a distintos agricultores y a distintos manejos agrícolas. Por esta razón, parte de sus tareas habituales implican la implantación de ensayos de campo, con todo lo que esto conlleva: selección de la estrategia a validar, localización y diseño del ensayo, datos a recoger y análisis de los resultados. Estas labores tienen dos claves fundamentales, la formación y el trabajo en equipo. Los autores de este artículo pretenden presentar de forma resumida los puntos críticos para tener en cuenta y transmitir su experiencia de más de veinte años en esta tarea.
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