Aitziber Pousa Unanue, Francisco Femenia Serra, Aurkene Alzua Sorzabal
El turismo ha sido tradicionalmente percibido como una industria poco contaminante. No obstante, su tasa de crecimiento en lasúltimas décadas y su alta dependencia de industrias fósiles como el transporte han llevado al sector a contribuir significativamente a las emisiones de CO2 globales (entre el 5%‐14% del total) de todas las emisiones humanas. Para hacer frente a esta situación, el sector turístico debe adoptar procesos y estrategias que conduzcan hacia la descarbonización. Así, el turismo de bajas emisiones, basado en la low carbon economy, se presenta como una oportunidad por el uso eficiente de la energía, el incremento de las energías limpias y la implementación de patrones de producción y consumo sostenibles.Para ello, es necesario impulsar la innovación tecnológica, reestructuración industrial, políticas públicas y cambios en el comportamiento de los consumidores. El destino turístico de Benidorm, modelo de destino maduro de sol y playa, se muestra en este capítulo como un ejemplo y laboratorio de acciones contra el cambio climático en España, entre las que destacan su estrategia de gestión de agua, eficiencia energética y otras medidas contempladas en su Plan de Adaptación ante el cambio climático.
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