El pasado 29 de octubre, por primera vez en la historia del hospital Ramón y Cajal, 250 médicos de todas las ideologías y militancias, reunidos en Asamblea pedían la dimisión irrevocable del director del Centro. Días después la Junta Facultativa dimitía en bloque acusando a la Dirección de ineficaz y autoritaria. Miguel Ángel Zamarrón, director gerente y ugetista, calificaba el incidente de "bache circunstancial", pero el cuerpo facultativo, lejos de considerarlo así, desenterraba el hacha de guerra y se mostraba dispuesto a seguir hasta el final.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados