La oferta en el extranjero de las compañías nacionales con sus enseñas propias se ha reducido un 11% en el último lustro, situándose en estos momentos en alrededor 216.000 unidades alojativas.
A pesar del volumen de aperturas e incorporaciones de establecimientos, la evolución de la oferta agregada de los grupos hoteleros españoles con sus enseñas propias en el exterior está viéndose limitada en los últimos años por diferentes operaciones corporativas y acuerdos estratégicos que colocan bajo el paraguas de cadenas líderes internacionales la totalidad o parte de algunos de esos portfolios. Los beneficios atribuidos a la decisión de integrar estos activos en el catálogo de grupo de dimensión mundial y con marcas globales han terminado por convencer a algunos de los principales operadores nacionales con alojamientos turísticos ubicados en el extranjero.
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