Ambato, Ecuador
El estudio se enfoca en analizar la aplicación de la clase invertida en la educación inicial y su impacto en el proceso de enseñanza-aprendizaje. A través de una revisión de la literatura académica, se investiga la efectividad y relevancia de este enfoque pedagógico en el contexto de la educación inicial. El trabajo inicia contextualizando la educación en el nivel inicial e identificando los desafíos asociados con los métodos de enseñanza tradicionales. Se resalta la importancia de adoptar enfoques innovadores que fomenten la participación activa de los estudiantes y desarrollen habilidades esenciales desde temprana edad. Se explora cómo estos fundamentos respaldan la implementación de la clase invertida en la educación inicial con niños de 5 a 6 años, permitiendo que construyan su propio conocimiento y promoviendo el desarrollo cognitivo, social y emocional. Se abordan los roles clave en la clase invertida aplicados en este nivel, enfatizando el papel del docente como facilitador del aprendizaje, los estudiantes como participantes activos y los padres o cuidadores como colaboradores en el proceso educativo. Además, se presentan estrategias prácticas para aplicar la clase invertida en la educación inicial, que incluyen la selección de recursos multimedia adecuados, una comunicación efectiva con los padres, la realización de actividades prácticas y lúdicas, la adaptación de los materiales educativos, la evaluación formativa y la integración de la tecnología. En conclusión, se destaca la importancia de la clase invertida en la educación inicial como un enfoque innovador que mejora el proceso de enseñanza-aprendizaje y promueve el desarrollo integral de los niños pequeños. Se ofrecen recomendaciones prácticas para su implementación exitosa y se resalta la necesidad de futuras investigaciones y prácticas basadas en evidencia en este campo.
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