la pregunta por el origen del mal se enmarca en el umbral del encuentro entre lo moral,lo teológico y lo filosófico, aunque más tarde se buscó, en la modernidad, alcanzar una plena separación entre el discurso de la teología y el de la filosofía, y más recientemente, de la bioética. Este artículo aborda la conceptualización del mal y su presencia en el pensamiento moderno a partir de la teodicea de Leibniz, la teoría de Kant y el mal según Nietzsche, así como el enfoque de la radicalización y banalidad del mal desde la perspectiva de Hannah Arendt. De igual manera, se contemplan las formas de entender el mal (instrumental, demoníaco, idealista, estúpido, egoísta y como placer sádico) y se busca establecer su relación con la práctica médica, aclarando la complejidad de tal relación. Se hizo una búsqueda sistemática de información y por medio del análisis bioético y hermenéutico es posible concluir que el concepto del mal ha sido asumido desde lo teológico (con relación al pecado), desde lo moral (Kant) y desde lo político (Arendt), aparece relacionado con el acto y la acción que confluye en una resultante dada por el daño al paciente. El análisis de las vivencias ante la maleficencia de los pacientes y el personal de salud, constituye un insumo importante para el establecimiento de nuevas líneas de investigación.
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