Es la cultura popular la que ha convertido su nombre en el icono clásico de la femme fatale: mujer intrigante y arpía, sin escrúpulos, que no duda en utilizar sus armas de seducción femenina para conquistar el poder. Sin embargo, un análisis crítico de la historia nos devuelve una imagen muy diferente a la popularizada a través del cine y la literatura. La de una mujer, más inteligente que hermosa, que supo desplegar la mejor estrategia para mantener la independencia de Egipto frente a Roma. Es Cleopatra, la última faraona del Antiguo Egipto, cuyo trágico final significó el ocaso de una civilización y el inicio de una nueva era en la Historia de Occidente.
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