Tras la expulsión de las tropas germano-italianas del norte de África en la primavera de 1943 el mando aliado planeaba su próximo golpe. Por circunstancias geográficas obvias la Italia de Mussolini era el próximo objetivo pero ¿por dónde atacar? Había varias opciones encima de la mesa de los planificadores aliados: Cerdeña, Sicilia, etc, finalmente, se aprobó la "Operación Husky", es decir, la invasión de la isla de Sicilia que supuso no solo un éxito militar aliado sino un golpe decisivo al régimen político de Benito Mussolini.
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