A los romanos nos gusta jugar, pero nos gusta jugar mucho y desde pequeños ya jugábamos con todas las cosas, incluso los que podían permitírselo, con juguetes. Los romanos consideraban que lo bueno era el ocio (otium), y lo malo su negación (nec-otium), el negocio. La expresión "echar a suertes" no era un simple juego para los antiguos romanos, eran también una manera de preguntarle a los dioses su opinión.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados