Mata con una pistola y descuartiza con un bisturí. Pero sólo a las mujeres dedica la segunda parte de su sangrienta ceremonia. La opinión pública italiana teme que este criminal desaparezca y burle a la justicia. Si usted va a Florencia no lo haga en las condiciones y circunstancias que eligieron algunas de sus víctimas.
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