Los escasos rendimientos detectados en el cultivo de almeja japonesa, Ruditapes philippinarum, hacen necesario el desarrollo de nuevos sistemas de producción.
Se ha realizado un seguimiento completo de la almeja durante casi tres años, en cultivo suspendido sin substrato a fin de evaluar las posibilidades de cultivo en varias capas, tanto en batea como en la zona intermareal sobre fondo. Si bien el primer año de cultivo por tal procedimiento es satisfactorio y recomendable frente a la siembra directa al parque de fondo, durante el segundo año se aprecia un estancamiento del crecimiento irrecuperable. Se ofrecen datos sobre los diferentes tipos de incrustaciones, deformaciones y anomalías de crecimiento en tal período. Se fijan las densidades óptimas de cultivo en suspendido hasta el tamaño de 15-30 mm, muy inferiores a las que se emplean habitualmente, y se apuntan densidades aún menores para intentar prolongar el engorde en batea hasta tamaños superiores.
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