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Resumen de El arma química: el arma de destrucción masiva más versátil y aterradora

Vicente Otero Solana

  • español

    Pánico es lo que se desencadena al oír la frase guerra química. Desde la antigüedad y hasta hoy se han venido utilizando, siempre con resultados devastadores, por el hombre las armas químicas y en algunas épocas de forma masiva. Resulta paradójico afirmar que la guerra química en la naturaleza es lo más habitual y cotidiano, tanto en el mundo animal como en el vegetal. Y es que cuando un vegetal expele una sustancia venenosa, está practicando guerra química para ponerse a salvo de sus depredadores.

    A nivel biológico, la gran cantidad de seres de toda estirpe que son capaces de fabricar un veneno y utilizarlo es sobradamente conocida.

    El hombre usa productos químicos existentes en la naturaleza, pero también los modifica haciéndolos más perjudiciales y también los sintetiza. De forma masiva, los agentes químicos denominados «gases», fueron utilizados en la Primera Guerra Mundial (PGM), demostrando su efectividad como armas tácticas, causando efectos nocivos en todo el organismo y en especial a nivel hematológico, neurológico, neumológico, lacrimógeno, etc. Con posterioridad han sido mejorados, disponiéndose además de otros más modernos y más mortíferos. Los mecanismos para su lanzamiento y diseminación han experimentado grandes avances técnicos. Actualmente su utilización causa rechazo y repulsa generalizados.

    El derecho dispone de tratados al efecto desde finales del siglo XIX como los contenidos en los Reglamentos y Convención de La Haya de 1899 y 1907, el Protocolo de Ginebra de 1925, así como la Convención sobre Armas Químicas de 1993.

  • English

    Panic is what is triggered by hearing the term chemical warfare. From ancient times to the present day, chemical weapons have been used by humans, always with devastating results, and in some periods on a massive scale. It is paradoxical to say that chemical warfare in nature is the most common and commonplace, both in the animal world and in the plant world. And when a plant expels a poisonous substance, it is practicing chemical warfare to protect itself from its predators. On the biological level, the large number of beings of all races that are capable of producing and using a poison is well known.

    Humans use existing chemicals in nature, but they also modify them to make them more harmful and they also synthesizes them. In the First World War, chemical agents known as “gases” were used on a massive scale proving their effectiveness as tactical weapons, with harmful effects to the whole organism, especially at the haematological, neurological, pneumological level, tear, etc. Subsequently they have been improved, also other more modern and deadly ones have been created. The mechanisms for their release and distribution have undergone great technical advances.

    At present, their use causes widespread rejection and revulsion.

    Snce the end of the 19th century, there has been treaties on these subjects such as those contained in the Regulations and Convention of The Hague of 1899 and 1907, the Geneva Protocol of 1925, and the Convention on Chemical Weapons of 1993.


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