Suele asumirse que el conocimiento de nuestras acciones intencionales no se adquiere observándolas. Sin embargo, dado que las acciones pertenecen al mundo observable, se ha sugerido que la observación aún tiene que desempeñar algún tipo de función epistémica genuina. En este artículo trato de rechazar esta afirmación. Trato de bloquear la propuesta de que la observación debe ser, al menos en algunos casos, un componente necesario, aunque no sea suficiente, del conocimiento de lo que hacemos intencionalmente. Un requisito mínimo para defender que el conocimiento práctico es observacional es asumir que alguno de sus constituyentes es observacional. Por lo tanto, se sigue de mi argumento que el conocimiento práctico no puede ser observacional.
Knowledge of our own intentional actions is normally conceived of as knowledge that is not acquired by observing those actions. However, since actions are part of the observable world, it has been suggested that observation still has to play some kind of genuine epistemic role. In this paper I try to reject this claim. I try to block the suggestion that observation must be, at least in some cases, a necessary, even if not sufficient, component of an agent’s knowledge of what she is intentionally doing. Any rejection of the theory that this species of knowledge is non-observational has to include the assumption that some ingredient of it is perceptually acquired. Thus, if my argument is right, it must follow that practical knowledge must indeed be non-observational.
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