La epilepsia es una enfermedad crónica frecuente en nuestro medio con un alto coste social y económico. Aproximadamente un tercio de los pacientes no están controlados pese a recibir tratamiento con uno o varios fármacos anticomiciales. En nuestro país se han incorporado ocho nuevos antiepilépticos en los últimos años: vigabatrina, lamotrigina, felbamato, gabapentina, tiagabina, topiramato, levetiracetam y oxcarbazepina. Inicialmente indicados para el control de crisis parciales, algunos han mostrado un espectro de acción más amplio. Aportan nuevos mecanismos de acción, mejores características farmacocinéticas y menores interacciones medicamentosas y efectos adversos severos. No obstante no han demostrado mayor eficacia terapéutica que los antiepilépticos clásicos, aunque todavía no hay estudios comparativos de eficacia entre sí y su coste es mayor.
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