Aesop Store. Barcelona. España
- Autores: Fabrizio Barozzi, Alberto Veiga
- Localización: On diseño, ISSN 1695-2308, Nº. 423-424 (Premios FAD 2023), 2023
- Idioma: español
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Resumen
Valoración del jurado: Se valora el camino de simplificación que han seguido los autores, evitando que cualquier tipo de elemento trivial compita con el buen detalle. También cabe destacar las acertadas referencias a través del material a los laboratorios originales de la marca australiana, adaptando el concepto a un espacio de reducidas dimensiones que se resuelve a partir de una dramaturgia espacial dispuesta en una sucesión de ambientes que no pierden su identidad como conjunto. Destaca el rigor formal, así como la ejecución material y constructiva. En relación con el contexto urbano, se valora la sensibilidad en la integración con la fachada y los comercios adyacentes y la continuidad con la calle Consell de Cent.
El edificio en el que se sitúa el local, la Casa Mumbrú, es una construcción originaria de 1882, correspondiente a Pere Puig Poch. Entre 1912 y 1919, uno de los arquitectos modernistas más reconocidos de la época, Juli Maria Fossas, reformó parte de la misma, dotándola de sus elementos más característicos hoy en día. Colindante a la casa Lleó Morera, la edificación se sitúa en una manzana que alberga algunas de las mejores arquitecturas modernistas de Antoni Gaudí, Lluís Domenech i Montaner y Josep Puig i Cadafalch.
En este contexto, la fachada de la tienda define un elemento que da continuidad a lo que le rodea pero que, al mismo tiempo, define un momento singular en el conjunto, una entrada. Familiar y ajena a la vez, una sencilla puerta en metal oscuro aparece de un modo enigmático entre dos de las columnas del edificio en el que se sitúa la tienda.
En el interior, el proyecto ha descubierto y desnudado el espacio original existente hasta revelar su esencia, y ha trabajado con sus elementos fundamentales para componer una atmósfera que reflejase el carácter del edificio y de Aesop. La tienda está conformada por pocos elementos, expresivos y precisos en sus posiciónes - un mostrador alargado, un nicho y unas bandejas expositivas - y realizada únicamente con tres materiales: estuco de paredes y techos, terrazo del suelo y acero bruñido de las columnas, el mostrador y el expositor. El conjunto de estos elementos construye un espacio sencillo y complejo a la vez, que aspira a ser sofisticado y cercano, y en cierto modo íntimo y monumental.
En el interior, el proyecto recupera las proporciones originarias del local de apenas tres metros y medio de ancho, doce metros de largo y cinco metros de altura, y define un espacio rectangular, sencillo, que pretende realzar la presencia de tres esbeltas columnas que marcan la esencia del lugar; dispuestas de modo asimétrico, permiten que en la parte más amplia de la tienda se sitúe un mostrador que, suspendido de la pared, se extiende a lo largo del espacio, desapareciendo al fondo del mismo. Al igual que las columnas, también es de acero bruñido, un poco brillante, trabajado manualmente. El material permite percibir el mostrador como un elemento abstracto, ligero, aparentemente sencillo. El mostrador resuelve todas las funciones principales de la tienda, los puntos de venta, los lavamanos y actúa como contrapunto a la verticalidad de las columnas.
Al otro lado, ocho bandejas también de acero, de siete metros de longitud, flotan sobre la pared y organizan la exposición del universo Aesop: la pared se transforma en una especie de instalación artística en sí misma, efímera y permanente al mismo tiempo.
Al fondo, una pequeña habitación semicircular concluye de modo inesperado la tienda. Es un espacio sensual e íntimo, dedicado a probar unos productos específicos. Aquí todo cambia, el mostrador gira sobre sí mismo y conforma un espacio envolvente, la altura cambia dramáticamente y con ella la luz y el material que conforma la habitación. Una cortina se despliega en toda su altura envolviendo y completando la pequeña habitación semicircular, ofreciendo mayor intimidad al espacio y, contraponiendo al rigor con el que está organizada la tienda, también la sorpresa, el movimiento y la sensualidad.
