Resumen de Casa 1721. Granollers, Barcelona. España
David Lorente, Josep Ricart Ulldemolins, Xavier Ros, Roger Tudó Galí
Valoración del jurado: Se valora la generosidad espacial de la propuesta, conseguida gracias a la renuncia a construir metros cuadrados a favor de una solución que tiene en cuenta el volumen de las partes construidas, así como de los vacíos. El proyecto es sensible a las diversas necesidades de ocupación de la familia, optando por una solución tipológica que permite diferentes formas de habitar. También se aprecia la combinación de técnicas tradicionales, en especial el trabajo con obra vista, y la variedad de opciones espaciales que tienen como resultado una rica colección de estancias.
Se trata de un proyecto de casa unifamiliar entre medianeras. La parcela, ocupada originalmente por una casa de planta baja entre medianeras, va de calle a calle en sentido este-oeste. La fachada oeste mira a una de las calles principales del pueblo y es por tanto el ámbito natural de acceso, dejando el lado este como acceso rodado que podía aprovechar una antigua construcción como parking.
Decidimos hacer una casa que utilizara toda la altura disponible para conseguir captación solar por encima del vecino construyendo así el volumen máximo posible aunque sin completar toda la superficie construida admitida. Esto se traduce en una sección dividida en dos partes muy diferenciadas; en primer lugar una sala vertical altísima con captación solar cenital sin sombra del vecino, y a continuación una torre de planta baja y tres plantas que albergan una única habitación en cada nivel.
La sala vertical, al conseguir luz y captación por la cubierta, se cierra completamente en la fachada oeste, evitando los problemas de esta orientación, especialmente en verano y cerrando la casa al ruido y la indiscreción de la calle principal de acceso. El espacio resultante es de una naturaleza excepcional debido a sus dimensiones, tiene capacidad captadora y unas características muy singulares que lo convierten en una sala para acoger todo lo no programado.
El siguiente episodio es la torre de habitaciones, en planta baja y contigua a la sala acogerá comedor y cocina, la de planta primera será la habitación del propietario, la siguiente será para la hija, la cuarta y última será para invitados. Esta configuración permite ocupar por completo las plantas de la casa en función del número de usuarios. Si una planta no se ocupa, el habitante no lo percibe. Al tener una única pieza por planta, ésta puede tener ventilación cruzada y dos fuentes de luz natural provenientes del jardín y de la sala de acceso. Para facilitar este efecto de luz y ventilación, la escalera pierde la tradicional crujía estructural que separa las salas de calle de las salas interiores y se diluye en torno a la columna de habitaciones modificando en cada planta la posición. Así, subiendo a planta primera no vemos que existe una planta segunda y así sucesivamente.
La estrategia material-estructural se traduce en forma de estructura cerámica para la envolvente —medianeras, fachadas y espacio captador— y estructura de madera —paneles CLT— para el programa doméstico y servidor. La primera nos aporta la inercia y la ventilación necesaria para el buen funcionamiento climático del edificio comportándose como espacio adiabático. La segunda genera un confort basado en el aislamiento y gestión del aire. Esta dualidad material se percibe tanto desde el espacio polivalente como desde el doméstico gracias a unas aberturas que permiten el paso y las vistas entre ellos.
La normativa permite construir una edificación auxiliar que en este caso se aproveche como extensión de la planta baja. Se coloca un porche estratégicamente para diferenciar dos espacios exteriores con carácter distintos: un patio-terraza y un jardín.
