Hotel Atzavara. Santa Susanna. Barcelona. España
- Autores: Daniel Isern Pascual
- Localización: On diseño, ISSN 1695-2308, Nº. 422, 2023
- Idioma: español
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Resumen
La construcción de un puente espacial entre un edificio de gran dimensión y la propia experiencia del visitante, forman parte del discurso llevado a cabo por los autores de este proyecto hotelero situado en la población de Santa Sussana, en Barcelona.
La arquitectura debe entenderse como un diálogo, el diálogo que se establece tanto entre el objeto y el espectador como entre las partes del mismo objeto.
El Atzavara por tanto se plantea como el resultado del diálogo entre un edificio de dimensiones colosales, con más de 200m. de fachada, y 45.000m² construidos, los usos y programas que se establecen en cada parte, y la experiencia del visitante.
La arquitectura no intenta esconder la envergadura del edificio, usando el lenguaje de la arquitectura moderna de veraneo que tan bien define el mediterráneo. El blanco, el hormigón, las celosías y las lamas organizan 7 bloques que configuran un mundo en sí mismo, que permite el paso de la luz, el aire y las visuales en las separaciones entre ellos.
Frente a ello, aparece un programa variado: restaurantes, habitaciones, bares, Spa, reuniones... que se desarrollan como pequeños escenarios con una escenografía con temática propia que sin ignorar el lugar en el que se encuentran, ni en su propia personalidad, generan de puente entre la experiencia y el lugar.
Un hilo invisible conecta cada una de estas escenografías, el camino de ronda. Un camino que a lo largo de la costa va uniendo experiencias con un elemento en común, el sitio.
Así pues, a lo largo de este camino encontraremos la playa, con el encuentro entre el mar y la arena; un prado de posidonia en el fondo del mar, lleno de redes de pescadores; un mercado en el que disfrutar de los colores y sabores del producto fresco; una verbena, los bosques de pinos y las dunas de arena; las agaves... Cada uno de estos lugares encuentran su representación en mayor o menor tamaño en los diferentes escenarios que cobija el edificio del Atzavara; todas diferentes, y al mismo tiempo todas unidas por un hilo que puede ir creciendo y creciendo a lo largo de los años.
