Eduardo Balguerías Guerra, Carlos Luis Hernández González, M.ª del M. Fernández Núñez, Catalina Perales
En el Banco Sahariano (21ºN a 26ºN), se desarrolla desde la década de los años sesenta una pesquería basada en la captura de diversas especies de cefalópodos: pulpo (Octopus vulgaris Cuvier, 1797), choco (fundamentalmente Speia hierredda Rang, 1837 y Sepia bertheloti Orbigny, 1838) y calamar (Loligo vulgaris Lamarck, 1798). La pesca de estas especies conlleva la captura accidental de otros numerosos invertebrados y de peces que , en su mayoría, son devueltos al mar, constituyendo así los denominados descartes.
Con objeto de estimar la composición y la magnitud de estos descartes, en 1989 y 1990 se llevaron a cabo tres embarques en sendos buques cefalopoderos españoles, siguiendo sus operaciones habituales de pesca comercial.
Los resultados obtenidos indican que los descartes de esta flota están compuestos por cerca de 60 especies distintas de peces e invertebrados, siendo los espáridos la familia mejor representada en los mismos en número de especies. En términos cuantitativos, los descartes suponen, a nivel global, el 46% de la captura total de la flota, observándose variaciones geográficas con relación a su composición específica y a su importancia relativa.
Un análisis comparativo con datos obtenidos en los años 1976 y 1977 muestra que, en el período de tiempo transcurrido, no se han producido cambios significativos en los descartes de la flota cefalopodera española.
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