El salario mínimo surge como parte fundamental en el derecho de todos los mexicanos a un trabajo digno y socialmente útil, siendo dicho salario el monto mínimo por el desempeño de tal trabajo. Surge con la finalidad de brindar una garantía a nivel constitucional de un mínimo de bienestar para todas las personas asalariadas y sus familias.
No obstante. El monto actual del salario mínimo general es violatorio de los términos constitucionales y es un factor de empobrecimiento. Pues, $102.68 (ciento dos pesos con sesenta y ocho centavos), no es el monto suficiente para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer a la educación obligatoria de los hijos. Tal como lo dispone nuestra ley suprema. Más grave aún para las mujeres trabajadoras que son madres, jefas de familia y algunas discriminadas.
El salario mínimo general actual aún es insuficiente con todo y el notable e importante incremento del 16% y del 100%, respectivamente, para el resto del país y para la zona libre de la frontera norte, vigente a partir del 1º de enero del 2019. El esfuerzo de promoción y acuerdo de tales incrementos hecho por el Presidente de la República es encomiable pero insuficiente. Hay que continuar con el esfuerzo.
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