La película El hombre de Dios ha nacido del encuentro de la directora, Yelena Popovic, con la figura del santo obispo griego ortodoxo Nectario, exiliado, perseguido, lleno de misericordia y de perdón hacia los que cometían injusticias contra él. Comentamos en este articulo los valores espirituales que esta película saca a la luz, mostrando cómo la espiritualidad representada por la autora y por su personaje no beben de una mística de la ausencia, sino de la presencia, discreta y no estridente, expresada con el lenguaje mismo de la vida más real y humana.
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