Tuberculosis infantil e inmigración

• Óscar Asensio ^[1]
  1. [1] Hospital de Sabadell

     Hospital de Sabadell

     Barcelona, España

     
• Localización: Avances en neumología pediátrica, II curso / Martín Navarro (ed. lit.), Anselmo Andrés-Martín (ed. lit.), Guadalupe Catalina Pérez Pérez (ed. lit.), 2008, ISBN 978-84-8473-643-1, págs. 49-62
• Idioma: español
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• Resumen

  • La tuberculosis (TBC) y la inmigración son dos realidades, una clínica y otra social, muy relacionadas desde siempre con la precariedad socioeconómica del que las sufre. No son situaciones nuevas ya que en Europa las primeras epidemias datan del 1600 y fueron entonces las aventuras colonizadoras de nuestros antepasados las que la distribuyeron por el resto del mundo.La TBC continúa siendo un permanente e importante reto sanitario. Especialmente en lo que hace referencia a la tuberculosis y la inmigración los aspectos más importantes continúan siendo el diagnostico precoz, el estudio de contactos y el adecuado tratamiento de la misma. El inicio de tratamiento debe ser temprano y en base al mal cumplimiento observado en estos colectivos, especialmente en adultos, sería recomendable iniciarse ya con pautas de tratamiento directamente observado y en espera de antibiogramas con cuatro fármacos incluyendo el etambutol o estreptomicina.Ser inmigrante no constituye un factor de riesgo independiente para tener una tuberculosis aunque su prevalencia de infección sea superior, especialmente en los subsaharianos. La mayor tasa de incidencia en inmigrantes se debe a su mayor prevalencia de infección, mayor posibilidades de reactivación o reinfección exógena y a sus precarias condiciones de vida. El desarrollo de la enfermedad tuberculosa se da en los 5 primeros años estancia en el país de destino.El efecto de la globalización y de las amplias desigualdades sociales existentes explican los actuales flujos migratorios hacia España y otros países desarrollados con sus posibles consecuencias sociales y sanitarias.Probablemente la mejor medida para evitar que los flujos migratorios alteren el control de la tuberculosis en el país destino es la de integrarlos yofrecerles una condiciones de vida similares a la de la población autóctona. Solo evitando situaciones de rechazo y prejuicio en general faltos de evidencia y entendiendo que para conseguir un adecuado control de la TBC, en la actualidad de distribución global, debemos conseguir un adecuado manejo de la enfermedad en todas las zonas del planeta avanzaremos hacia la solución del importante reto que se nos plantea.