El modelo de trabajo del futuro será incrementalmente híbrido, con una actividad en remoto creciente, y obligará a las empresas a aprender a integrar tres fórmulas diferentes: trabajar desde casa, trabajar a la vez desde casa y desde la oficina y trabajar exclusivamente de manera presencial. Cada compañía, según sus propios motivos y preferencias y según los de sus empleados, deberá elegir la configuración más adecuada. ¿Qué consecuencias para las personas, sus familias, el mercado inmobiliario, las organizaciones y la sociedad tendrá este nuevo modelo?
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados