Las víctimas de esta figura delictiva se cuentan por miles, y en el caso de la explotación sexual, el perfil más común es el de una mujer en situación de vulnerabilidad, que ve como su cuerpo se convierte en un servicio de un mercado donde la integridad física y psíquica de la mujer (y las niñas, por desgracia) se ve puesta en peligro de forma constante. Es de gran importancia llevar a cabo acciones de prevención y protección, y es aún más importante conocer a fondo el perfil de la víctima y, también, el del consumidor. Tener en cuenta, de igual manera, la importancia de los flujos migratorios en este fenómeno es otro paso a dar para evitar que se produzcan este tipo de situaciones y proteger de manera efectiva a las víctimas.
© 2001-2024 Fundación Dialnet · Todos los derechos reservados