La dialéctica existente entre objeto arquitectónico e historia es una conexión indisoluble cuando se trata de definir recursos proyectuales para el desarrollo de una propuesta, más aún cuando la actuación se centra sobre un espacio patrimonial de características excepcionales como es el caso de la plaza de San Francisco de la ciudad de Cuenca, Ecuador. La historia determina situaciones particulares que, con el paso del tiempo, se convierten en determinantes y en referentes de los hechos ocurridos en el espacio público y la apropiación de este por parte de sus actores vivenciales. El presente artículo aborda esta relación y muestra cómo se derivan criterios de actuación que se plasman en el espacio público con pertinencia y solvencia. Se analiza la situación de intervención previa al proyecto, así como su ejecución y apropiación de los usuarios a la nueva realidad de la plaza.
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