Sarah Messina, José Campos Álvarez, Blanca Estela Gómez Espinoza, Anthony Jair Hernández Bautista, Claudia Estela Saldaña Durán
La producción de frutas tropicales requiere un gran consumo de agua, incurriendo en una huella hídrica estimada en 1600 l de agua en promedio por kg de fruta. La cosecha de la mayoría de las frutas tropicales es de gran volumen y ocurre en corto tiempo ~ 60 días, así un alto porcentaje de la producción se pierde, se desperdicia o se desecha antes de llegar al consumidor final. En este escenario la productividad es muy baja y los ingresos económicos de los productores son mínimos, además, los productos no cumplen su función de alimentar a la población fuera de los sitios de cultivo impidiendo que se logre el beneficio nutricional que puede ofrecer esta producción a toda la población. La FAO estima que la pérdida y el desperdicio de alimentos que se da entre los sitios de cultivo y el consumidor final es aproximadamente un tercio de la producción en general en todo el mundo, lo que aumenta la huella hídrica y la huella de carbono, además, la disminución de ganancias para los productores del campo. En este trabajo demostramos mediante datos experimentales y de campo a través de un proyecto de investigación e incidencia con enfoque transdisciplinar, que la implementación de secadores solares tipo invernadero a escala familiar en comunidades rurales es una estrategia de economía circular y cero residuos, hacia el cumplimiento del ODS sobre Producción y Consumo Responsable.
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