Dagoberto Arias Aguilar, Mónica Araya, Kevin Arias Ceciliano
Costa Rica es uno de los tres países exportadores de banano más importantes del mundo. En 2021, el país exportó unos 129 millones de cajas de banano (c. 18.14 kilos cada una), es decir, cerca de 2,3 millones de toneladas, quedando un residuo aproximado de 23 millones de toneladas de biomasa entre tallos, hojas, y partes del fruto. Adicionalmente se cultivan otras variedades de musáceas entre las que se destacan Musa textilis, mejor conocida como abacá, que produce una fibra de alto valor comercial y se exporta a diferentes países como materia prima. Todas estas plantaciones comerciales de musáceas generan un volumen muy considerable de residuos y tienen gran potencial en las fibras naturales presentes en el pseudotallo y que actualmente no se utilizan con excepción del abacá. Para lograr una transición del sector bananero hacia la economía circular, hay que darle valor a estos residuos para que sea conviertan en coproductos y usar las fibras como biomaterial para producir nuevas soluciones a partir de la celulosa. En este trabajo se presentan los resultados experimentales de combinaciones de residuos de fibra de abacá con residuos de aserrín de madera para formar tableros de partículas. Los resultados preliminares indican un mejoramiento en las propiedades físico mecánicas de los productos elaborados en comparación con las piezas elaboradas únicamente con aserrín de madera y la posibilidad de mejorar las propiedades mediante el pretratamiento de las fibras.
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