Resumen de Algunas diferencias biológicas y psicosociales en la salud de mujeres y hombres
Belén Mingote Bernad, José Carlos Mingote Adán
Consideramos que es necesario proporcionar mucha más y mejor información a la población para la educación de su salud basada en la evidencia, ya desde la primera infancia y a lo largo de todo el ciclo vital. Educación que incluya conocimientos y habilidades suficientes para el cuidado de la salud en las 5 dimensiones que constituyen la identidad propia del ser humano: a nivel biológico, biográfico, psicológico, sociocultural y ético/moral. A nivel biológico se debe informar de cómo nuestras raíces filogenéticas interactúan con factores ambientales para codeterminar el desarrollo de una identidad compleja, como criaturas híbridas de naturaleza, cultura e historia. Además, cada uno de nosotros cuenta con un numerador único y un denominador compartido con todos los miembros de nuestra especie. Esta educación debe también tener en cuenta nuestro dimorfismo sexual, así como la perspectiva de género, porque ser hombre o ser mujer es uno de los determinantes más importantes de la identidad y de la salud personal, codeterminadas por la interacción de factores biológicos (genéticos y epigenéticos, hormonales, inmunológicos, etc.), factores psicológicos (conscientes e inconscientes), factores económico-sociales, culturales (educación, socialización, etc.), con una gran variabilidad interindividual a nivel fenotípico y conductual. Todos los seres humanos debemos tener la oportunidad de hacernos cargo de la extraordinaria inteligencia natural (filogenética y ontogenética) y socio-cultural que acumula nuestra especie, que debe ser la única lucha legítima: la de hacer un mundo mejor para todos. Consideramos que el cuidado de la salud es una prioridad compartida por hombres y mujeres, igual que el cuidado de la salud del planeta Tierra, tareas que nos convocan a todos para poder llegar a ser plenamente humanos, capaces de vivir una vida plena y saludable.
