Emergencias odontológicas en la montaña

• Autores: José M. Gallegos Crotte
• Localización: Revista de la Asociación Odontológica Argentina, ISSN 2683-7226, Vol. 92, Nº. 1, 2004, págs. 22-26
• Idioma: español
• Texto completo no disponible (Saber más ...)
• Resumen
  • español

    "Six o´clock of the afternoon of the first day, refuge, tired by de carrying of the initial section ready to unload the knapsack hurry to load defrosted water that runs close to the refuge before it freezes when th sun falls down, to drink with the quietly and the pleasure of have fulfilled the first section of the challenge to scale. Lanín volcano. Suddenly a pain tooth, bearable hyperaemia interrupt the contemplation of our silver-plated nocturnal companion that appears in the horizon; uniquely image recorded in the retinas forever; the faults invades because didn't look for the odontologist before planning the ascent.

    It's increasing (pulpits) and becoming impossible to disguise...damn decay... 1 did not bring anything for the pain, but the mountain guide alleviates my anguish to spend one night terrible or, what is worse, to finish my adventure. A small ball of cotton observed in some liquid (eugenol) before 1 place it in the decay 1 dry the hole with cotton too, a paste that we placed it with some small instrument that does the times of spatula, will maintain it in its place. What an alleviation, it calcos a little!...

    Situations as these can happen to any person. Some easy resolution, other incapable also depending on the distance (hours or days) to some urban centre. If have extracted you a dental element recently, do not forget that they must let pass at least 48 hours before making an important physical effort. The advisable thing and although seems a smaller datil would be to make a visit to the odontologist, that in spite of not being matter of devotion of many, usually gives some tranquillity when putting your mouth in acceptable conditions for excursions in which they be kilometres away from doctor's office.

  • español

    "Seis de la tarde del primer día, refugio, cansado por el "acarreo" del tramo inicial, me apresto a descargar la mochila apurado por cargar agua de deshielo que corre cerca al refugio antes que se congele al caer el sol, beber con la tranquilidad y el placer de haber cumplido con el primer tramo del desafío de escalar el volcán Lanín. De repente, un dolor de muelas, soportable (hiperemia) interrumpe la contemplación de nuestra plateada compañera nocturna que asoma en el horizonte; imagen sin igual grabada en las retinas por siempre; las culpas invaden por no haber pasado por el odontólogo antes de planear el ascenso.

    Se va incrementando (pulpitis) y haciéndose imposible de disimular, ... ¡Maldita caries!..no traje nada para el dolor, pero el guía de montaña alivia mi angustia de pasar una noche terrible o, lo que es peor, terminar mi aventura. Una bolita de algodón también, una pasta que la colocamos con algún instrumento pequeño que haga las veces de espátula, la mantendrá en su lugar. ¡Qué alivio, calma un poco!.. Situaciones como estas pueden sucederles a cualquier persona. Algunas, de fácil resolución; otras, incapacitantes, dependiendo también de la distancia (horas o días) a algún centro urbano. Si les han extraído un elemento dentario recientemente, no olviden que tienen que dejar pasar al menos 48 horas antes de realizar un esfuerzo físico importante.

    Lo aconsejable y aunque parezca un detalle menor sería pasar por el odontólogo que, a pesar de no ser santo de devoción de muchos, suele darles una cierta tranquilidad al poner vuestra boca en condiciones aceptables para excursiones en la que estarán a kilómetros de distancia de su consultorio.